miércoles, 30 de mayo de 2012


Miércoles 28 de Marzo del 2012
Estoy maldito con mi existencia. Solo sigue y sigue y no se termina. Tal vez no deba estar haciendo esto pero la verdad es que voy a dejarme caer en los brazos de esa mujer, que tanto me ha dado y que sé en mi interior que he traicionado, una vez mas.
¿Te es posible sentir como un secreto te rasga hasta dejarte una fisura? Parece que también estoy maldito con mi sensibilidad. Sentir o no sentir e ahí el dilema.
Todo es más fácil si no siento. No hay ataduras no hay rencores y todo es mas fácil. No hay dolor no hay amor no hay lealtad, simplemente no hay nada. Una oscuridad, que como ya lo he escrito antes, es totalmente dual benéfica. ¿Pero cuanto debe pasar para que este clóset se abra? La respuesta es decepcionante: no mucho si estas enamorado.
Estoy maldito con mi amor. Amor a los amigos, amor a la familia amor a esa persona especial que lo único que hace es sacarme una sonrisa cada vez que la veo. Todas parecen ser tan inofensivas formas y a la vez son tan dañinas. Primero te muestran su lado más amable y te llenan de un gozo y una alegría incomparable y mas tarde te das cuenta de que solo te succionaron las fuerzas y que cuando se van, el dolor es tan insoportable que lo más fácil seria acabar con el sufrimiento. A fin de cuentas no vale entonces la pena culparse ni nada, a pesar de que sea lo que esa voz llorosa dentro nos dice que hagamos. No es saludable hacerlo. Pero, si te es posible, escucha esa otra voz de la inteligencia que te habla frívolamente a lo lejos.
Desamárrate, vuélvete fuerte, nunca te apegues a nadie, no ames, no quieras, no te dejes llevar por los sentimientos pues estos solo te llevaran a la perdición, al fracaso. Aférrate a otras cosas pero no a la gente. Al final todos te traicionan y hacen su jugada como buenos amores que fueron, una vez que estás seco te abandonan y puede que busquen a un nuevo huésped en el que el parasitismo se vuelva dualismo. No aborrezcas al nuevo, aunque no me es posible ocultarte que siempre te estarás preguntando por qué contigo no pudo ser así. Jamás lo averiguaras. Simplemente hazlo, no mires hacia atrás y hazlo, solo APÁGALOS. Eso te liberará de la maldición en la que al final todos podemos estar.
Melpómene, Erato y Calíope, gracias por usar sus dones en mí. Por permitirme escribir con tanta elocuencia como la tragedia y el amor se entrelazan como dos cadenas del ADN que son eternas y que al final no son más que sólo 2 caras de la misma moneda. Pero ¿Cuál es la cara sucia, la horrorosa? ¿El amor o la tragedia?
Emanuel Martinez Franco

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