miércoles, 30 de mayo de 2012


SU HOGAR ES EL MUNDO’

Jorge Luis Borges nació en Buenos Aires, Argentina en 1899 y murió en Ginebra, Suiza en 1986. Fue uno de los escritores más importantes del siglo xx gracias a sus significativas y reconocidas obras tales como “Cuaderno San Martín” (1928) y “El hacedor” (1960). Los temas principales de sus creaciones giraban alrededor de ontologías fantásticas y genealogías sincrónicas, lo cual le brindaba a su escritura un toque existencialista.
“La casa de Asterión” es un cuento que trata más que todo de un hombre llamado Asterión el cual es acusado de locura, soberbia y un extremo de misantropía, sin embargo, lo que la plebe (como él la llama) no sabe es que es una persona que vive en la realidad, en un laberinto llamado mundo. El personaje principal y el único que tiene cabida en el cuento es Asterión, pero a pesar de esto, se hace mención de Teseo, hijo del rey de Atenas y de Ariadna, su prometida.
“La casa de Asterión” está escrito con un lenguaje mixto, porque no es totalmente culto ni absolutamente coloquial, simplemente vamos avanzando la lectura y cada instante que pasa nos llena la cabeza de imágenes placenteras que alimentan nuestro entendimiento del contenido, además, el léxico utilizado por Borges permite una conexión directa del lector con el cuento, los cual hace que el primero se transporte a un mundo lleno de genealogía y fantasía. A lo largo de la historia pudimos notar distintas figuras literarias tanto fonológicas, como sintácticas y semánticas. Siguiendo el orden, podemos considerar la aliteración: “cualquier lugar es otro lugar”; allí se produjo un efecto sonoro favorable gracias a la repetición consecutiva del fonema lugar. Hipérbaton: “algún atardecer he pisado la calle”, en esta oración simple se está alterando el orden sintáctico de la misma, y por último, oxímoron: “impaciencia generosa”, ahí podemos notar la conjunción de opuestos.
Aunque el argentino Jorge Luis Borges nunca obtuvo un premio nobel de literatura, hay que reconocer que realizó escritos bastante significativos en el siglo xx, entre ellos “La casa de Asterión”, el cual es una obra que a pesar que está escrita con un tema algo genealógico, muestra la realidad de algunas personas, pues muchas veces acusamos a seres de locos, de raros, y no nos tomamos el trabajo de mirar más allá de la primera impresión, lo cual puede resultar como maltrato psicológico para las víctimas. Para mucha gente, el hogar es un laberinto sin salida, una casa con millones de puertas, o simplemente su hogar es el mundo, un lugar donde se ve lo bueno, lo malo, lo igual, lo diferente, lo imperfecto; un sitio donde sin ambigüedades notamos la realidad a simple vista.


Angie Álvarez 10°.

Miércoles 28 de Marzo del 2012
Estoy maldito con mi existencia. Solo sigue y sigue y no se termina. Tal vez no deba estar haciendo esto pero la verdad es que voy a dejarme caer en los brazos de esa mujer, que tanto me ha dado y que sé en mi interior que he traicionado, una vez mas.
¿Te es posible sentir como un secreto te rasga hasta dejarte una fisura? Parece que también estoy maldito con mi sensibilidad. Sentir o no sentir e ahí el dilema.
Todo es más fácil si no siento. No hay ataduras no hay rencores y todo es mas fácil. No hay dolor no hay amor no hay lealtad, simplemente no hay nada. Una oscuridad, que como ya lo he escrito antes, es totalmente dual benéfica. ¿Pero cuanto debe pasar para que este clóset se abra? La respuesta es decepcionante: no mucho si estas enamorado.
Estoy maldito con mi amor. Amor a los amigos, amor a la familia amor a esa persona especial que lo único que hace es sacarme una sonrisa cada vez que la veo. Todas parecen ser tan inofensivas formas y a la vez son tan dañinas. Primero te muestran su lado más amable y te llenan de un gozo y una alegría incomparable y mas tarde te das cuenta de que solo te succionaron las fuerzas y que cuando se van, el dolor es tan insoportable que lo más fácil seria acabar con el sufrimiento. A fin de cuentas no vale entonces la pena culparse ni nada, a pesar de que sea lo que esa voz llorosa dentro nos dice que hagamos. No es saludable hacerlo. Pero, si te es posible, escucha esa otra voz de la inteligencia que te habla frívolamente a lo lejos.
Desamárrate, vuélvete fuerte, nunca te apegues a nadie, no ames, no quieras, no te dejes llevar por los sentimientos pues estos solo te llevaran a la perdición, al fracaso. Aférrate a otras cosas pero no a la gente. Al final todos te traicionan y hacen su jugada como buenos amores que fueron, una vez que estás seco te abandonan y puede que busquen a un nuevo huésped en el que el parasitismo se vuelva dualismo. No aborrezcas al nuevo, aunque no me es posible ocultarte que siempre te estarás preguntando por qué contigo no pudo ser así. Jamás lo averiguaras. Simplemente hazlo, no mires hacia atrás y hazlo, solo APÁGALOS. Eso te liberará de la maldición en la que al final todos podemos estar.
Melpómene, Erato y Calíope, gracias por usar sus dones en mí. Por permitirme escribir con tanta elocuencia como la tragedia y el amor se entrelazan como dos cadenas del ADN que son eternas y que al final no son más que sólo 2 caras de la misma moneda. Pero ¿Cuál es la cara sucia, la horrorosa? ¿El amor o la tragedia?
Emanuel Martinez Franco