martes, 4 de octubre de 2011

¿MODA/TRADICIÓN?

A pesar de que la moda y la tradición son claramente contrarias por sus respectivas naturalezas, cada vez se ve más amenazado el delicado balance entre estas dos.

La moda y la tradición son parecidas desde el punto en que hacen referencia a tendencias y costumbres que se dan en un determinado lugar, pero su diferenciación se hace visible en cuanto al carácter de variabilidad de cada una, pues la moda es muy relativa en cuanto a la época en la que se desarrolla, pero la tradición por ser transmitida de una generación a otra, y el respeto de la receptora hacia la emisora, tiende a ser más estable y absoluta.

Tal como Charles Darwin postuló su teoría sobre la selección natural y como Pierre Bourdieu postuló su teoría de las clases sociales, el francés René Guénon postuló una teoría sobre la invariabilidad que posee la tradición. Estas no poseen su concordancia en lo estable o no, sino en que el contexto es lo que define los cambios. La postura de Guénon se afirma que: “la tradición es única para la humanidad, y se manifiesta de forma superficialmente distinta en los diferentes pueblos y religiones, variando según el contexto, pero manteniendo siempre intacta la parte interior (que es inalterable)”.

Viendo objetivamente la realidad me es posible expresar que esta refleja que el carácter inmutable del que una vez la tradición se sirvió está siendo amenazado por factores de carácter social. Cada vez es más común ver países que ponen en práctica fiestas y ritos que tienen poca justificación a nivel demográfico para estar allí. La causa principal de este fenómeno es la migración, pero de esta se arraigan otras más como lo son las influencias religiosas y demás.

Cuando una persona o grupo de estas migran de una comunidad de la cual obtuvieron sus costumbres por parte de sus antepasados (generaciones anteriores), se llevan consigo los valores, creencias y demás que obtuvieron en ella. Así, la tradición de un lugar determinado comienza a hacer un sincretismo con la de otro. Formando así una variante de la tradición.

Sin embargo, este fenómeno socio-demográfico también se puede llevar a cabo de manera contraria, es decir, si una persona llega a un lugar determinado inmigrando sin haber antes encontrado una cultura determinada con la cual identificarse plenamente, podría entonces asimilar las costumbres del lugar al que llegó y fijar una nueva tendencia surgente que sería capaz de llegar a ser adoptada por los demás y así doblegar a la original.

Esta posición tiene repercusiones ampliamente visibles como lo son la contemporánea división del folclore, conocido en la mayoría de los contextos como la mismísima tradición. Esta dice que el folclore se clasifica en 4 niveles, estos son respectivamente: muerto (corresponde a una cultura extinta y solo alcanza a contemplarse dentro de los libros y demás instrumentos donde guardar información), moribundo (solo se conservan algunos valores y creencias, debido a que los demás se perdieron por motivos explícitamente demográficos, solo la recuerdan las personas más entradas en años y usualmente se les transmite en forma de historias a las generaciones futuras pero sin ningún efecto masivo que la salve), vivo (que aún se practica en la vida cotidiana y tiene popularidad) y naciente (creencia que está surgiendo dentro de una determinada comunidad y tiene oportunidad de ser folclore en el futuro).

Ejemplos de todas estas son los bailes, la tradición oral, las supersticiones, las leyendas, los mitos e incluso trascienden al género literario con la ayuda de los cuentos, las fabulas, las novelas, los poemas y demás.

A pesar de existir ciertos factores en el mundo contemporáneo que parecían haberle dado la razón a René Guénon también existen otros que cumplen con quitársela del todo y establecer la duda.

Existen 2 festividades contemporáneas (en el sentido de que se terminaron de forjar en un lapso relativamente reciente) que se amoldan a lo anteriormente descrito. Estas son sencillamente Navidad y Halloween (noche de brujas).

Navidad es festejada en diciembre en la mayor parte del globo terráqueo. En Latinoamérica la festividad posee ciertos cambios ínfimos con respecto a la “original” de origen europeo. Navidad es simplemente una adaptación de una festividad desarrollada en Navarra y Vasco, ambos países de España, en los cuales “Santa Claus” se llama Olentzero, un carbonero mitológico que traía regalos a los niños el día de Navidad. Aunque parezca algo confuso esta festividad española es un sincretismo de algunos rituales celtas y romanos como los Saturnales (en honor al Dios Saturno) celebrados del 17 al 23 de diciembre.

Esta es una prueba de que como lo formuló Guénon, la tradición es única para todos y según el contexto se presentan diferencias superficiales. Ahora bien, una vez ya ha sido reforzada la teoría de Guénon el ver sus debilidades es lo próximo.

El Halloween en sus inicios fue una fiesta celta que se realizaba en una época del año en la que supuestamente la delgada línea que separaba al mundo de los muertos y el de los vivos se debilitaba hasta el punto de permitir que los espíritus malos y buenos vinieran al mundo de los vivos. Para poder protegerse y evitar que los fantasmas atacaran a las personas, se decidió que las personas se pondrían disfraces que recrearían la apariencia de estos seres y así no notarían a los vivos. A esto se le conoció como el Samhain. Tiempo después, cuando llegaron los romanos a los dominios celtas, estos adoptaron dicha tradición, pero puesto que en la misma época del año los romanos ya tenían una fiesta llamada la fiesta de la cosecha en honor a Pomona (diosa única de los romanos de los frutos, árboles frutales, cosechas y hace referencia a la prosperidad) y las manzanas eran importantes en dicho rito, los romanos mezclaron ambas tradiciones y volvieron a la manzana una fruta importante en el Halloween. Pasaron los años hasta que esta tradición llego a Estados Unidos en 1840 y se integró a la fiesta la figura de Jack-o'-lantern por parte de inmigrantes irlandeses, sin saber que con los años tomaría una gran fuerza.

La tradición alguna vez conocida como Samhain fue víctima del fenómeno conocido como sincretismo en el que gracias a la cercanía y convivencia con otras, cambió a fin de volverse más parecida a estas y formar una nueva. Esto es posible de ver cuando se integran elementos de diferentes lugares y tiempos del mundo en el proceso de formación de la festividad que hoy en día llamamos Halloween.

¿El cambio de las tradiciones puede ser tanto un grave problema en la sociedad del mundo como un beneficio que colaboraría en el desarrollo de las personas en su entorno?

En California se encuentra una mujer de creencias musulmanas que trabajó en una empresa textil, Abercrombie & Fitch, y tuvo un grave problema a causa de una de las tradiciones que tiene por sus raíces. Tal y como lo dicta una regla islámica, la mujer debe permanecer usando un velo que le tapa su rostro conocido como burka. El nombre de la mujer es Hani Khan, y esta se decidió a poner una demanda después de que la Comisión Federal de Igualdad de Oportunidades en el Empleo determinara que la popular cadena la había despedido injustamente. Para poder trabajar, la mujer incluso aceptó poner su velo con los colores de la tienda, y ejerció sus funciones de bajo rango en el establecimiento durante cuatro meses sin problema alguno. Pero después de ese lapso de tiempo, el director fue a hacer una revisión y dijo que el atuendo que la mujer vestía iba en contra de las políticas de la imagen de la empresa. La señorita contratada en octubre del 2009 afirmó que cuando la contrataron se designó que su velo islámico no le traería ningún inconveniente siempre y cuando este combinara con los colores de la tienda, pero tras su despido en 2010 a causa de esto, el director de la agencia federal contra la discriminación en el distrito de San Francisco, Michael Baldonado, debió entrar en el caso.

Como podemos ver el cambio de la tradición musulmana sería un elemento que la ayudaría a desenvolverse en ese ambiente de trabajo tan pesado que dicha mujer alguna vez llevó. Pero también se encuentra el respeto que le fue inculcado con respecto a las creencias musulmanas, las cuales Estados Unidos debe aceptar.

La tradición interviene en otro problema que es de interés público y muy visto hoy en día. Este es la forma en la que se aprovechan los políticos de las creencias para ganar votos. Tal vez el hecho de tener tradiciones cambiantes y no ser tan sedentarios en estas haría que se redujera la ingenuidad de las personas. Pero, ¿no estaríamos yendo en contra de la teoría de René Guénon?

La teoría de la invariabilidad, como cualquier otra postura ante las cosas posee un conjunto de dudas que serán blanco abierto a preguntas que harán que esta vaya perdiendo credibilidad. Y no es de descartar la posibilidad de que algún día, esta será derrocada pues debido a que dicho metafísico ya falleció no parece haber forma de saber que respuestas le daría él a los interrogantes que agobian la existencia de su teoría y sus correspondientes argumentos. Lo que si podemos dar por sentado es que en el mundo en el que vivimos existe una relatividad a la que Guénon repudiaba y que podría ser capaz con el paso del tiempo de cambiar todo lo que hoy conocemos como absoluto.

“Todo cambia, nada permanece”, “nadie se baña dos veces en el mismo rio” Heráclito

Emmanuel Martínez Franco